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Artista ruso clavó sus testículos en la Plaza Roja

Piotr Pavlenski quería protestar contra el Gobierno de su país y denunciar la indiferencia de la sociedad rusa actual.

24horas.cl Tvn

Lunes 11 de noviembre de 2013

Una sorprendente performance ha llamado la atención en medio mundo.

El artista ruso Piotr Pavlenski clavó sus testículos con un martillo en los adoquines de la Plaza Roja de Moscú, en una acción de protesta contra el Gobierno de su país.

La escena se denominó "Fijación" y coincidió con la celebración en Rusia del Día de la Policía.

Pavlenski, completamente desnudo y con sus partes clavada, permaneció inmóvil y sentado durante más de una hora, mirando al suelo, en una acción que calificó como "metáfora de la apatía, indiferencia política y fatalismo de la sociedad actual rusa".

"No es la arbitrariedad de los cargos públicos lo que priva a la sociedad de su capacidad de actuar, sino la fijación en sus derrotas y pérdidas que nos clava cada vez con más fuerza a los adoquines del Kremlin, convirtiendo a las personas en estatuas que esperan resignadas a su destino", explicó en un manifiesto el artista.

Hora y media después de iniciarse su obra, el artista fue interrumpido por la policía y trasladado a un hospital de la capital rusa. Según la agencia oficialista RIA-Nóvosti, ras recibir tratamiento será detenido. 

Pavlenski afirma que "la sociedad, ahora que el poder ha convertido el país en una gran cárcel, permite la arbitrariedad, y, olvidando su superioridad numérica, acerca con su inacción el triunfo de un Estado policial" en Rusia.

No es la primera vez que este polémico artista protagoniza una acción similar. Pavlenski, de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, ya se hizo daño a sí mismo para expresar su protesta contra el Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, el pasado 3 de mayo.

Entonces volvió a quedarse totalmente desnudo para enrollarse en alambre de espinos frente al edificio de la Asamblea Legislativa de San Petersburgo, en una acción que llamó "Cuerpo" y que simbolizaba "la existencia humana en un ambiente de represión legal, cuando el más mínimo movimiento provoca una durísima reacción del sistema legislativo, que se clava en el cuerpo del individuo".

En junio de 2012, se cosió la boca en una acción de apoyo al grupo femenino punk Pussy Riot, dos de cuyas integrantes continúan encarceladas por cantar contra Putin en el principal templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En esa ocasión, frente a una famosa catedral de San Petersburgo, posó con un cartel que rezaba: "La acción de Pussy Riot en una escenificación de la famosa acción de Jesucristo", cuando expulsó del templo a los comerciantes.