Las graves inundaciones que afectan al sector noreste de Australia han dejado un saldo de cuatro personas fallecidas.
La última víctima fatal se trata de un menor de edad que murió tras la caída de un árbol en la localidad de Brisbane.
En la ciudad de Bundaberg, en el estado de Queensland y la más afectada por el temporal, la crecida de las aguas impide que unas 7.500 personas pueden regresar a sus hogares, de las cuales 1.500 que se alojan en centros de evacuación.
Debido al temporal, más de 160 mil personas en esta localidad quedaron sin electricidad y unas dos mil viviendas se encuentran bajo el agua.