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"Zombie de Miami"

La policía aún trata de descubrir el misterio tras el bestial ataque ocurrido hace dos semanas en Miami Beach.

Juan Jose Ulloa

Lunes 11 de junio de 2012

La autopsia realizada a Rudy Eugene, el hombre que fue muerto por la policía de Miami tras haber sido visto “comiendo” la cara de otro al que había atacado y reducido, reveló que no tenía restos de carne humana en su sistema digestivo.

Sí se encontró tejido de su víctima entre sus dientes y en el suelo del lugar donde ocurrió el ataque, lo que establece que Eugene –primero llamado “el caníbal” y luego “el zombie de Miami”- arrancó pedazos de la cara de Ronald Poppo (65), los masticó y los escupió.

Los forenses encontraron en su estómago varias pastillas sin digerir, pero no las han identificado aún. También se halló evidencia de que había consumido marihuana.

Los detectives todavía están tratando de reconstruir las cuatro horas siguientes a que Eugene estacionara su automóvil en South Beach, un popular y concurrido sector de playa en Miami. Un automovilista reportó haber visto a un hombre de color quitándose la ropa y trepando un poste eléctrico cerca de la autopista donde ocurrió el ataque.

La policía de Miami cree que Eugene pudo haber actuado bajo la influencia de una droga.

La conmoción que causó el ataque y el hecho que Eugene comenzara a ser conocido como “el zombie de Miami”  generaron una ola de rumores y miedo propagada por redes sociales. El tenor que tomaron las especulaciones motivó al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos  a emitir un comunicado negando la existencia un supuesto “virus zombie”.

Ronald Poppo se está recuperando en el hospital Jackson Memorial, donde ha sido sometido a injertos de piel para ayudar a reparar su rostro destrozado.

Poppo ha sido hasta ahora incapaz de decir a los detectives lo que pasó en Miami.

EL ATAQUE

El sábado 25 de mayo, Rudy Eugene fue visto mordiendo y comiendo partes del rostro de Ronald Poppo, al que había tumbado y quitado parte de la ropa.

Un ciclista que fue testigo de la impactante escena llamó a la policía y –según su relato- cuando los agentes le gritaron a Eugene para que se detuviera, éste respondió gruñéndoles como un animal. Los policías realizaron disparos al aire, pero el atacante no se detuvo y siguió mordiendo a la víctima. Fue entonces cuando uno de los agentes le disparó y lo mató.

La autopista McArthur, donde ocurrió el ataque, sirve a automovilistas y ciclistas para llegar a las playas y sus rampas dan refugio a personas en situación de calle y a adictos a las drogas.

Se cree que Eugene habría estado bajo los efectos estupefacientes de un preparado hecho con una “sal de baño” que adictos angustiados conocen con el nombre de “Bendición”. Sus efectos alucinógenos serían tan potentes que podrían  inducir al suicidio a quien la consume.

La sal de baño contiene metilendioxipirovalerona (MDPV), que es una sustancia que tiene efecto similar al de la cocaína sintética. El bajo precio del producto hace que sea comprada por adictos cuando no tienen acceso a drogas.

Eugene, un hombre de color, tenía historial policial por tráfico y consumo de drogas. A los 16 años fue acusado de agredir a otro joven y luego arrestado siete veces en cinco años por vender drogas cerca de escuelas. En 2005 se casó, pero se divorció dos años más tarde.

Desde entonces habría vivido como vagabundo en las calles de la ciudad.

La víctima de su brutal ataque quedó sin piel en el rostro, desde el cuero cabelludo hasta el mentón.

Pero pese a la gravedad de su estado, la víctima logró sobrevivir siendo llevado en estado crítico al hospital.