Al menos tres personas murieron, una de ellas un niño de seis años, y otras 100 están desaparecidas, debido al terremoto magnitud 7,4 Richter que se registró durante horas de la tarde en el occidente de Guatemala.
En conferencia de prensa y acompañado de las autoridades de emergencia, el presidente guatemalteco, Otto Pérez, confirmó la cifra de fallecidos y advirtió "preliminarmente" las víctimas podrían aumentar a 15.
El mandatario señaló que los equipos de emergencia están desplegados en la zona afectada y que se cuenta con 16 mil raciones de alimentos para ayudar a los damnificados. Dijo, también, que la prioridad es atender a quienes se quedaron sin viviendas.
Pérez hizo un llamado a la población para que no ocupen los edificios de los lugares afectados y pidió que aquellos están a salvo no viajen a las localidades más golpeadas por el terremoto. Además, decreto alerta roja en la ciudad de San Marcos, una de las más golpeadas por el sismo.
Pese a las cifras oficiales entregadas por las autoridades, en entrevista con medios locales, Luis Rivera, gobernador de la localidad de San Marcos, señaló que en esa zona del país los muertos alcanzarían los 39 y habría 155 personas heridas.
