Durante dos días su único refugio fue un árbol. Allí permaneció hasta que logró ser rescatado por las autoridades.
Un pescador del estado brasileño de Paraná se vio sorprendido por la fuerte crecida del río Piquiri, a causa de las fuertes lluvias. El agua anegó la isla en la que estaba pescando.
Las graves inundaciones atraparon a Josias Camilo da Graça, que se había trasladado en una barca hasta la isla, desde un municipio vecino, para pescar.
Las corrientes arrastraron su embarcación, e inundaron rápidamente la isla, por lo que el pescador tuvo de refugiarse de la crecida del río subido a un árbol, donde esperó la llegada de ayuda.
Afortunadamente, y después de una larga espera, Da Graça fue rescatado sin heridas graves.
La lluvia que afecta a la región de Paraná ha provocado múltiples inundaciones, que dejaron como resultado nueve muertos, mientras que 131 municipios siguen aún en situación de emergencia.
LOS ANIMALES TAMBIÉN SUFREN LAS CONSECUENCIAS
No sólo este pescador fue víctima de la fuerza incontrolada del agua.
Indefensos, y con el agua hasta el cuello, también se vieron en problemas muchos animales en esta región. El desborde de los ríos Iguazú y Paraná, también a su paso por Argentina, generó situaciones de riesgo no sólo para las personas que viven en la región, sino también para sus animales y mascotas: las vacas, chanchos o caballos.
Por fortuna, muchos de ellos han conseguido salvarse gracias a la ayuda de los vecinos.
CATARATAS DEL IGUAZÚ
La fuerza del agua y de las lluvias que provocaron la crecida del río Paraná obligó a las autoridades a cerrar el acceso al público y a los turistas a las Cataratas del Iguazú, situada en la frontera entre Argentina y Brasil, a principios de semana, como medida de seguridad.