Su rostro acongojado, registrado por la televisión local, en el aeropuerto canadiense de Saskatoon refleja el miedo por el destino que seguramente deberá afrontar cuando llegue a Pakistán.
Jamila Bibi, de 65 años, fue deportada por las autoridades migratorias de Canadá luego de llegar como refugiada en 2007.
La mujer, fue acusada por la familia de su esposo de adulterio, lo que es sancionado en su país con la lapidación, 'crimen de honor' que sería la única manera de compensar el delito habría cometido, publica Infobae.com.
En los años en que permaneció en Canadá, Bibi trabajó como cocinera.
En 2011 las autoridades canadienses ya le habían rechazado una solicitud formal de refugio, y este lunes el resultado de la última acción legal también fue negativo para ella, lo que selló su sentencia.
Segúnb determinó la jueza que vio su caso, la mujer no fue lo suficientemente convincente para asegurar que su regreso a Pakistán significaría un riesgo para su vida. Organizaciones de DD.HH. protestaron contra la medida.
De acuerdo a datos de la Comisión de DD.HH. de Pakistán, durante 2012 fallecieron 913 mujeres producto de lapidaciones, cifra que otros organismos aseguran es mayor.
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