Los cinco mil manifestantes que protestaron, este martes, en las calles de Sao Paulo por el aumento de las tarifas del transporte público, fueron tachados de “vándalos” por el gobernador de estado, Gerardo Alckmin.
El llamado lo hizo el “Movimiento Passe Livre” que cuenta con la participación de la izquierda y movimientos anarquistas, quienes aseguraron que los disturbios se generaron por la opresión policial y una revuelta popular que no pudieron controlar.
Sin embargo, el gobernador añadió que “es intolerable la acción de revoltosos y de vándalos destruyendo el patrimonio público y deben pagar por ello. Se trata de un patrimonio colectivo. Destruir autobuses, que son exactamente para servir a la población, es inaceptable”.
A sus dichos se adhirió el alcalde de la ciudad, Fernando Haddad, quien condenó la acción: “Personas que no se conforman con el estado democrático de derecho, pasaron a adoptar la provocación, la intimidación, la agresión y la destrucción”.
La policía dio cuenta de 85 autobuses destruidos que paralizan 137 líneas de transporte, donde viajan más de un millón de personas al día. A ello se suman daños en estaciones de metro y bancos.
En tanto, el grupo organizador está recaudando recursos para pagar las fianzas de los detenidos.
Para el 2014 existe un posible enfrentamiento electoral entre Alckmin y Lula. Sin embargo, algunos medios políticos aseguran que el actual gobernador aparece como favorito para la reelección, ganándole 46% contra el 24%.