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Tregua a medias

Activistas de la oposición afirmaron que los explosivos estallaron cerca de un sitio de juegos para niños instalado para conmemorar la festividad del Eid al Adha.

Mariángel Calderón

Viernes 26 de octubre de 2012

Un potente coche bomba estalló el viernes en Damasco y fuerzas leales al Gobierno se enfrentaron con rebeldes en todo el país, poniendo fin a una tregua temporal en el marco de una festividad musulmana en medio del conflicto sirio. Activistas informaron de al menos 70 muertos el viernes.

La televisión estatal dijo que "el coche bomba terrorista" causó la muerte de cinco personas e hirió a 32, según "cifras preliminares".

Activistas de la oposición afirmaron que los explosivos estallaron cerca de un sitio de juegos para niños instalado para conmemorar la festividad del Eid al Adha en el distrito de Daf al Shok, ubicado en el sur de Damasco.

Previamente en el día, varias zonas de Siria fueron escenario de enfrentamientos en los que ambos bandos violaron el cese al fuego durante el Eid logrado por una mediación del enviado de paz internacional Lakhdar Brahimi.

La violencia era menos intensa de lo habitual y los activistas dijeron que no hubo ataques aéreos, pero decenas de personas murieron, entre ellos 26 soldados, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El Ejército sirio dijo que había respondido a varios ataques de fuerzas rebeldes sobre posiciones militares en todo el país, con lo que el Gobierno consideró que los insurgentes violaron la tregua declarada de cuatro días.

El alto a las hostilidades impulsado por Brahimi recibió un extenso apoyo internacional, incluyendo a Rusia, China e Irán, los principales aliados en el exterior del presidente Bashar al Asad.

El enviado de la Liga Árabe y de Naciones Unidas esperaba establecer la tregua para calmar el conflicto de 19 meses, que ha causado la muerte de unas 32.000 personas según estimaciones y ha empeorado la inestabilidad en Oriente Medio.

La violencia pareció disminuir en algunas zonas, pero las incursiones de ambos bandos echaron rápidamente agua fría a las esperanzas de celebrar en paz el Eid, el punto álgido de la peregrinación musulmana anual del Haj a La Meca.

"Aquí no estamos celebrando el Eid", dijo una mujer en una localidad sitiada cerca de la frontera turca, mientras podía escucharse el ruido incesante de las armas de fuego y los bombardeos. "Nadie está de ánimo para celebrar. Todos están simplemente aliviados de estar vivos", aseveró.

Su esposo, un hombre de barba de unos 50 años, dijo que junto a sus cinco hijos recién habían regresado a la ciudad luego de pasar nueve días en un campamento en las afueras de una granja, donde buscaron protegerse de los combates.

"No tenemos regalos para nuestros hijos. Ni siquiera podemos hacer llamados a nuestras familias", dijo.

"UN DOLOROSO DESASTRE"

El imán de la Gran Mezquita en La Meca llamó a árabes y musulmanes a tomar "medidas prácticas y urgentes" para detener el baño de sangre en Siria.

El conflicto sirio ha agravado las divisiones en el mundo islámico, puesto que Irán, de mayoría chií, apoya al presidente Bashar al Asad y las naciones suníes aliadas a Estados Unidos -como Arabia Saudita y Qatar- respaldan a los rebeldes.

"El mundo debería asumir la responsabilidad por este desastre prolongado y doloroso (en Siria) y la responsabilidad es mayor para los árabes y musulmanes, que deberían unirse para apoyar a los oprimidos frente al opresor", dijo el jeque Saleh Mohammed al Taleb a los fieles durante las oraciones por el Eid.

Para algunos en Siria no hubo respiro de la guerra, pero al caer la tarde la cifra de muertos todavía era significativamente menor a la de los últimos días, cuando a menudo se reportaron entre 150 y 200 fallecidos.

Los peores enfrentamientos tuvieron lugar alrededor de una base en Wadi al Daif, cerca de la estratégica carretera que conecta a Damasco con Aleppo y que los rebeldes han estado tratando de capturar durante en las últimas dos semanas.

El Observatorio Sirio dijo que nueve soldados murieron en bombardeos de rebeldes en la base, los que destruyeron por completo un edificio, y que cuatro insurgentes perecieron en combates cerca de Wadi al-Daif.

Cuatro personas murieron por el fuego de tanques y francotiradores en Harasta, una localidad cerca de Damasco, dijeron activistas. Explosiones y disparos de ametralladoras remecían a Douma, situada justo en las afueras de la capital.

La caída de un proyectil mató una persona en el asediado distrito de Khalidiya en Homs.

Cruentos enfrentamientos surgieron en un puesto cerca de los cuarteles militares de Mahlab, en la ciudad norteña de Aleppo. También se produjeron tiroteos en puestos de control en las cercanías de Tel Kelakh, sobre la frontera libanesa, y hubo choques en la misma localidad.

Rebeldes en una localidad norteña cerca de la frontera turca dijeron que un francotirador mató a uno de sus combatientes temprano el viernes.

"No creemos que el cese al fuego vaya a funcionar", dijo a Reuters el comandante rebelde Basel Eissa. "No habrá un Eid para nosotros los insurgentes en el frente. El único Eid que podemos celebrar es el de la liberación", sostuvo.

Un testigo reportó además un fuerte sonido de ametralladoras y la caída de rondas de morteros a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía cerca de la localidad siria de Haram.

Imágenes de televisión mostraron a Asad y varios de sus ministros celebrando el Eid en una mezquita en Damasco. Luego, el mandatario, sonriendo y aparentemente relajado, estrechó la mano y saludó a otros fieles en el lugar.

Fuente: Agencia Reuters