Uno de los adjetivos que con más orgullo porta el nuevo Papa es el de "humilde".
Una cualidad pastoral exhibida durante años por Jorge Bergoglio en Argentina y que, en menos de 24 horas como Pontífice, ya empieza a dejarse sentir en el Vaticano.
En Buenos Aires es conocida su predilección por hacer su desplazamiento en el Subte y los colectivos en vez de los autos oficiales, así como su decisión de habitar en un modesto departamento en lugar de las pomposas instalaciones eclesiásticas. También es sabido su compromiso con los más pobres y necesitados, llegando incluso a lavar y besar los pies de unos niños enfermos de sida en 2001.
Pues bien, este estilo parece estar calando desde el primer minuto en tierras vaticanas.
El primer síntoma de la nueva era fueron los hábitos que eligió para salir al balcón y saludar a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro al ser anunciado como nuevo Pontífice. En este importante momento, en que se muestra por primera vez ante el mundo, se decantó por una sencilla blanca, desdeñando ropajes más ostentosos.
Pero no quedó ahí la evidencia de que llega un nuevo estilo a la Santa Sede.
Así, según reveló el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, tras la proclamación papal, la mayoría de los cardenales tomó buses para volver a su residencia. Entonces, formaron una fila para saludar al flamante Papa cuando llegara a ese lugar para participar en la última cena que tendrían como grupo.
Cardenal Timothy Dolan
Según informa Infobae.com, mientras esperaban que llegara en la limusina que habían visto aparcada en el Palacio Apostólico, llegó la sorpresa.
"Y cuando el último bus se detiene, ¿adivinen quién baja? El Papa Francisco. Imagino que le dijo al chofer: 'No hay problema, me voy con los muchachos'", aseguró Dolan a los periodistas.
El cardenal estadounidense reveló más detalles sobre las primeras horas de Bergoglio como Papa, siempre mostrando su perfil más humorístico: "Brindamos por él y cuando él brindó por nosotros, dijo: 'Que Dios los perdone'", señaló.
El Pontífice volvió a arrancar las risas de los cardenales cuando dijo: "Voy a dormir bien esta noche y algo me dice que ustedes también".
También les hizo partícipes de su primer día de agenda como Papa. Les comentó que tiene previsto reunirse con el Papa Emérito Benedicto XVI en su retiro de Castel Gandolfo, que oraría a la Virgen en la basílica de Santa María Maggiore.
En lo que parecía una nueva broma, afirmó que "también debo pasar por la residencia, tomar mis maletas y pagar la cuenta".
Sin embargo, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, confirmó el jueves que en efecto pasó por la Casa del Clero y canceló su cuenta "para dar buen ejemplo".
Dolan reveló, igualmente, detalles sobre cómo fue recibida la elección de Bergoglio en el Cónclave de la Capilla Sixtina: "Comenzamos a aplaudir, pero luego tuvimos que detenernos hasta que se contara el resto de los votos y luego aplaudimos nuevamente al final, y nuevamente cuando él dijo que aceptaba la elección".
Y una vez más, el cardenal hizo hincapié en las señales de humildad y austeridad emitidas por el Papa Francisco, ya que al salir de la "Habitación de las Lágrimas" -la sacristía, donde el elegido se coloca por vez primera los ropajes papales y toma por vez primera conciencia de la responsabilidad de su elección- prefirió saludar a los cardenales desde una silla situada asu mismo nivel, despreciando el trono que le habían preparado.
En conversación con los purpurados, les comentó que se había decantado por el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, y no de San Francisco Javier, como muchos especularon. "Él aclaró eso rápidamente", dijo Dolan, quien se mostró convencido de que la elección del religios argentino será "un impulso para la Iglesia en las Américas, una verdadera bendición".