Corea del Sur suspendió este martes las ventas de 32 modelos del Grupo Volkswagen y multó a la automotriz alemana con 17.800 millones de won (16,06 millones de dólares), acusando a la compañía de falsificar documentos sobre emisiones o pruebas de nivel de ruido.
La decisión de la cuarta mayor economía de Asia aumenta la presión sobre Volkswagen, mientras busca limpiar su reputación después de que admitió en septiembre que utilizó un software ilegal para ocultar las emisiones tóxicas de cerca de 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo.
La mayor automotriz de Europa elevó el año pasado sus ventas en más del triple en Corea del Sur a 35.778 unidades, antes de sufrir una caída por el escándalo de las emisiones. Corea del Sur es uno de los grandes mercados para sus marcas de lujo como Audi y Bentley.
El Ministerio de Medioambiente dijo que revocó la certificación de 83.000 vehículos con motor diésel y de gasolina de Volkswagen, Audi y Bentley, llevando la cifra total de vehículos VW que han perdido su certificación en Corea del Sur a 209.000.
Eso equivale a un 68 por ciento de los vehículos que la automotriz alemana ha vendido en el país desde el 2007, dijo el ministerio.
En noviembre, el Gobierno revocó la certificación de 126.000 vehículos VW, ordenó su retiró y multó a la compañía con 14.100 millones de won, acusando a la automotriz de manipular un sistema de control de emisiones.
Los fiscales posteriormente allanaron las oficinas de Volkswagen en Seúl y arrestaron a un ejecutivo.
Volkswagen suspendió voluntariamente las ventas de la mayoría de sus modelos en Corea del Sur desde el 25 de julio, antes de la decisión del Gobierno.