Puede que la economía de Argentina esté pasando por momentos difíciles, con múltiples señales alarmantes y polémicas medidas como la reducción de las importaciones y el cerco al dólar.
Sin embargo, parece que no es el caso de su presidenta, Cristina Fernández, quien declaró un herencia de 31 millones de pesos trasandinos (unos 3 mil millones de pesos chilenos) ante las autoridades de ese país.
La mandataria completó los trámites de sucesión, luego de la muerte de Néstor Kirchner, y declaró los detalles de la fortuna K. Según una declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción, Fernández habría dividido en dos el patrimonio familiar, con el objetivo de entregarle parte de sus riqueza a sus hijos Máximo y Florencia.
La decisión de "compartir" el patrimonio permitió que la presidente declarara una fortuna cercana a los 40 millones de pesos argentinos (más de 4 mil millones de pesos chilenos), lejos de los 70 millones declarados anteriormente.
Según publica el diario transandino Clarín, el patrimonio personal de Fernández creció un 14% luego de la muerte de su esposo en 2010, fecha en que la mandataria tenía muy pocos bienes propios y la mayor parte de la fortuna estaba bajo el nombre de su marido.
A una casa en Río Gallegos, un departamento en Recoleta y parte de la sociedad Los Sauces, ahora se sumaron 25 propiedades que estaban a nombre de Néstor Kirchner.