A nivel mundial se propagó la noticia de una niña que estaba enterrada bajo los restos de una escuela en México junto a un grupo de menores más. El sismo 7.1 que afectó a México dejó más de 30 edificios caídos en la capital y dio paso a una compleja y confusa planificación de rescate para los sobrevivientes y cuerpos. "Frida Sofía", quién copó los medios del mundo, nunca fue encontrada, pero no por haber muerto en la catástrofe sino porque nunca había existido.

Ángel Sarmiento Beltrán, subsecretario de la Marina azteca cuestionado sobre el episodio, se disculpó explicando que "en nuestro ánimo nunca ha estado el generar falsas expectativas. Nosotros hemos ido compartiendo toda la información que hemos obtenido de los rescatistas y de los análisis técnicos".

Según El Universal, el caso de "Frida" recuerda instantáneamente a "Monchito", un niño que supuestamente había quedado bajo los escombros de un barrio luego del sismo 8.1 del 19 de septiembre de 1985. Luis Ramón "Monchito", de 9 años, logró gran cobertura por parte de los equipos de rescate, santeros, cantantes y voluntarios, y, al ser nombrado por un rescatista argentino, Carlos Marbran, movió la ayuda de un país entero. Sin embargo, tras siete días de búsqueda el menor nunca apareció.

Los miembros del cuerpo de voluntarios civiles aseguraban que detectaron señales de vida del menor, lo que abrió un abanico de esperanzas y rezos muy similar a los que suscitó "Frida". Incluso, el presidente mexicano de ese entonces, Miguel de la Madrid, ordenó continuar la búsqueda a pesar de que aparecían versiones citando un engaño.

32 años después el caso se repite en México. Una menor que nunca apareció bajo los escombros del colegio Enrique Rébsamen hizo pasar a los altos mandos de la Marina un episodio vergonzoso que difícilmente olvidarán.