Ecuador decidió este miércoles marginarse del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y ya no será sede de los diálogos que albergaba desde febrero de 2017 entre esa guerrilla y el gobierno de Colombia, según anunció este miércoles Bogotá.
La canciller María Ángela Holguín dio a conocer la sorpresiva postura asumida por Quito, tras la ola de violencia que golpea a Ecuador en la zona limítrofe con Colombia y que involucra a disidencias de la ya disuelta organización rebelde de las FARC.
Bogotá "comprende las razones por las cuales el presidente (Lenín) Moreno haya decidido apartarse de su condición de garante y de anfitrión de estas negociaciones", afirmó la ministra en una declaración leída a la prensa.
Tras agradecer el apoyo ecuatoriano, Holguín afirmó que el gobierno trasladará la mesa de conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) a una de las "sedes alternas", que podría ser Brasil, Chile, Cuba, Noruega o Venezuela.
Más temprano, Moreno había anunciado el fin de las gestiones de Ecuador como garante de las negociaciones que buscan terminar de cerrar el conflicto de medio siglo en Colombia.
"He solicitado a la canciller del Ecuador que frene esas conversaciones y que frene nuestra condición de garante de ese proceso de paz, mientras el ELN no se comprometa a dejar de cumplir esas actividades terroristas", afirmó el mandatario en una entrevista con el canal colombiano RCN.
Ecuador endureció su posición en medio de la ofensiva que enfrenta ese país por parte de un grupo que se apartó del proceso de paz con las FARC, y que secuestró y mató en cautiverio a los tres miembros de un equipo de prensa.
Última guerrilla activa reconocida por el gobierno, el ELN intenta llegar a un acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos similar al que condujo al desarme y transformación en partido de la agrupación marxista.