Las conversaciones entre los ministros de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña y Ecuador terminaron sin avances sobre el futuro del fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien permanece en la embajada del país sudamericano en Londres, según confirmó este lunes la Cancillería británica.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, y su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, acordaron formar un grupo de trabajo para resolver la disputa.
"Los dos ministros mantuvieron esta mañana una reunión bilateral de 45 minutos", dijo la Oficina de Relaciones Exteriores en un comunicado. "Los ministros acordaron que los funcionarios deben establecer un grupo de trabajo para encontrar una solución diplomática al tema de Julian Assange, pero no hubo un progreso sustancial", agregó.
Este miércoles se cumplirá un año desde que Assange huyó a la embajada para evitar la extradición a Suecia, donde debe enfrentar acusaciones de ataque sexual y violación, cargos que él niega.
Doce meses desde que Ecuador anunció que había concedido el llamado asilo diplomático al líder de Wikileaks, que vive desde entonces en una habitación con escasa luz natural en un bajo del edificio de propiedad qatarí en el que el país latinoamericano tiene su embajada.
"Se está restringiendo su derecho a la intimidad, a la movilidad, y a una vida normal", declaraba Patiño.
Londres tiene la obligación de extraditarle a Suecia, donde la fiscalía acusa a Assange de cuatro delitos sexuales desde agosto de 2010, tras la denuncia de dos mujeres con las que habría mantenido relaciones sexuales.
El líder de Wikileaks asegura que tener pruebas de que todo se trata de un montaje para permitir una posterior entrega a Estados Unidos, donde Assange podría seguir una suerte similar a la de Bradley Manning, que se enfrenta a 21 delitos, incluido el de ayudar al enemigo al transmitir información clasificada a Wikileaks.