Un joven de 18 años informó esta semana a la policía que fue secuestrado durante 15 años por su propio padre.
En agosto de 2002 el pequeño Julián Hernández, de cinco años, fue reportado como desaparecido por su madre y apuntaba a su ex esposo, Bobby Hernández, como el principal sospechoso en el caso.
Si bien la acusación fue recogida por la policía, Bobby desapareció sin dejar rastros luego de vaciar sus cuentas corrientes y robar algunas posesiones del niño, por lo que el caso permaneció sin resolver.
Motivado por extrañas pistas que no llevaban a ninguna conclusión, el 30 de octubre de este año Julián -hoy de 18 años- resolvió el misterio.
Julián descubrió que, efectivamente, su padre le secuestró tras divorciarse de su mujer. Un día de 2002 en que debía dejarlo en el jardín infantil, su progenitor abandonó el estado de Alabama en que vivían con rumbo a Cleveland.
El estudiante aclaró el caso luego de tener numerosos problemas con su número de seguridad social (símil al RUT chileno) y no poder postular a la universidad.
Frustrado por las dificultades, el joven pidió ayuda a un orientador de su colegio, quien descubrió que Julián aparecia en la lista del Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados.
Así, el misterio fue aclarado a 13 años de su inicio y el joven deberá decidir si desea volver a vivir con su madre o prefiere quedarse con su papá.
Su progenitor, en cambio, se enfrentará a la justicia por el delito de interferencia en la custodia, que tiene una pena de hasta 10 años en Estados Unidos.
Foto: Agencia Uno.