El cuerpo de un renombrado arqueólogo fue encontrado decapitado y colgando de una columna en la histórica ciudad de Palmira, en Siria.
Khaled al-Asaad, de 82 años, habría sido asesinado por el Estado Islámico (EI) tras un mes de someterlo a interrogaciones para que les informara del paradero de un sinnúmero de piezas arqueológicas que había escondido del grupo extremista.
Las prácticas de destrucción de objetos de valor histórico y religioso del EI, que hoy controla un tercio de Siria, son conocidas entre las personas dedicadas al cuidado de esos objetos.
Fue para evitar esa destrucción que al-Asaad escondió varios objetos que estaban en la mira de los extremistas y se negó a reportar su paradero.
"La presencia continua de esos criminales en la ciudad es una maldición y un mal pronóstico para Palmira y cada una de las columnas y piezas arqueológicas en ella" dijo el encargado de las antigüedades de Palmira, Maamoun Abdulkarim al medio inglés The Guardian.
Foto: Reuters.