Click acá para ir directamente al contenido

El desconocido secreto que mantiene vital al Papa Francisco

El Sumo Pontífice se somete diariamente a un suplemento de aceite del crustáceo antártico krill, reconocido por ser rico en omega 3 y enriquecido con vitamina D3.

Fernando Jimenez

Viernes 16 de agosto de 2013

Para nadie es un misterio que el Papa Francisco mantiene una actitud jovial. A sus 76 años, la máxima figura de la Iglesia Católica ha marcado notorios diferencias con sus antecesores y se ha acercado a los jóvenes por su vitalidad “adolescente”, tal como quedó evidenciado en la última Jornada Mundial de la Juventud. Sin embargo, toda su energía podría deberse a un desayuno "poderoso".

 Según informan desde el Vaticano, Francisco acompaña la comida más importante del día con un suplemento de aceite de krill, un crustáceo antártico, rico en omega 3 y enriquecido con vitamina D3, antioxidante.

Para ser específicos, el producto que consume el Papa no es posible conseguirlo en Argentina salvo que se haga de forma online: en la farmacia de Estados Unidos Walgreens cuesta 26,99 dólares.

Acá sí existen variantes de aceite de salmón y de aceite de chía, utilizados y recomendados por los nutricionistas locales, porque también tienen un alto contenido de omega 3. Cuestan desde 100 pesos argentinos. La pregunta es: ¿cuál es el beneficio de consumir estos suplementos?

Edgardo Ridner, ex presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, señala que este ácido graso "mejora la memoria, evita el deterioro cognitivo por el envejecimiento y previene la enfermedad vascular. Hoy, lo indicamos especialmente para la prevención cardiovascular, en personas con colesterol muy elevado –porque se ha demostrado que disminuye los niveles–, o hipertensión".

"El omega 3 provoca en el cuerpo la fabricación de hormonas antiinflamatorias. Esto ayuda a reducir el dolor de músculos y articulaciones", añade Néstor Cardinali, químico y licenciado en alimentación, director de Grupo Cardinali.

Fuente: 24horas.cl con información de Clarín