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El drama de las víctimas del narco en México

La última masacre de 49 personas en México evidenció las dificultades que las autoridades tienen para identificar a las víctimas de la violencia.

Javiera Salinas

Martes 15 de mayo de 2012

Las lejanas probabilidades de identificar a los 49 cuerpos que este fin de semana fueron arrojados, descuartizados, en una carretera en México revelaron el drama de las familias y las víctimas del crimen organizado y liderado por bandas ligadas al narcotráfico.

Más de ocho mil cadáveres no han sido reconocidos en México desde el 2006, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En el mismo lapso, la comisión reportó 5.400 casos de personas desaparecidas, pero estima que son más debido a que muchos no denuncian por la desconfianza en las autoridades.

Las fallas y dificultades para encontrar o identificar a víctimas de masacres y asesinatos han levantado críticas a la ofensiva militar contra los cárteles de las drogas que inició el presidente Felipe Calderón a finales del 2006, mientras miles de familias afligidas siguen en busca de sus parientes.

"Cuando no encuentras a tu familiar, te destruye completamente", dijo Irma Hidalgo, cuyo hijo de 18 años fue sacado a rastras de su casa en Monterrey en el 2011 y nunca más volvió a aparecer. "Nada más queremos saber si está vivo, o si no, ponerlo a descansar", agregó.

Hidalgo llamó de inmediato a la morgue al saber del hallazgo de los cadáveres el domingo a las afueras de la industrial ciudad de Monterrey, pero la policía le dijo que los cuerpos habían sido mutilados y que sólo podían ser identificados con pruebas de ADN.

La mujer está lista para dar su muestra cuando las autoridades se la pidan y compararla con las de las víctimas.

PESADILLA FORENSE

La gran cantidad de muertos que genera la violencia del narcotráfico, que ha dejado unos 55 mil fallecidos desde que Calderón asumió hace casi cinco años y medio, y la falta de una infraestructura y protocolos forenses adecuados, dificulta a las autoridades esclarecer los casos de homicidio.

Equipos de emergencia han tenido que enfrentarse a fosas clandestinas con más de 200 cadáveres, muchos en estado de descomposición, o masacres como la de los 49 cuerpos: sin cabezas, manos ni pies.

Una manta en la escena del crimen indicó que los responsables fueron miembros del temible cártel de los Zetas, que se enfrenta con el cártel del Golfo, que le dio origen, pero también con el de Sinaloa, que dirige el prófugo Joaquín "el Chapo" Guzmán y es una de las grandes organizaciones criminales de América.

Los equipos forenses admiten que tienen una tarea extremadamente difícil.

"Antes, nada más trabajaba con muertes por accidentes viales y de repente un crimen pasional. Nunca pensé que iba a ver este nivel de violencia en mi país", dijo un forense en Monterrey que pidió no ser identificado. "El otro día fui primero a un incidente con cinco baleados en una calle y luego con tres en otro lugar y luego a cinco descuartizados", agregó.

La fuente destacó que el trabajo se vuelve rutinario pese a los horrores que afronta.

"Primero te sientes mareado cuando tienes que trabajar con cuerpos que han sido decapitados o mutilados. Pero luego te acostumbras y no sientes nada", afirmó.

También se ha convertido en un gran reto almacenar tantos cadáveres.

Después del hallazgo del domingo, vehículos forenses necesitaron realizar varios viajes para recoger los 49 cadáveres desde el lugar donde fueron encontrados hasta una morgue en un hospital público en Monterrey.

Funcionarios dijeron que los cadáveres apenas entraron en sus refrigeradores. En otros casos, como cuando se encontraron fosas comunes cerca de la localidad de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, el Gobierno tuvo que enviar camiones refrigeradores para almacenar a todas las víctimas.

Muchos de estos cadáveres fueron trasladados a la Ciudad de México, y después de casi un año sin ser identificados, varios fueron enterrados en una fosa común.

Fuente: 24horas.cl / Con información de agencia Reuters.