El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió a cientos de niños en plena Casa Blanca para entregarles dulces en una nueva versión de Halloween.
Si bien los pequeños junto a sus padres mostraron diferentes disfraces que maravillaron a los asistentes, hubo un menor que se robó las miradas.
Vestido completamente de blanco, un 'Mini Papa' fue el preferido de todos los asistentes, incluido el mandatario norteamericano.
El niño lució arriba de un pequeño auto que simulaba al tradicional Papa móvil.