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La otra batalla por la Casa Blanca

Abogados de los candidatos preparan ofensiva para impugnar el resultado de las elecciones en caso de generar dudas.

Sebastian Marchant

Sábado 27 de octubre de 2012

En momentos en que el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney luchan por ganar las elecciones del 6 de noviembre en Estados Unidos, otros dos hombres se están preparando para un enfrentamiento legal que podría empezar al día siguiente de los comicios.

Ellos son los abogados contratados por los equipos de campaña de Obama y Romney para impugnar cualquier procedimiento o resultado que consideren irregulares en una cerrada contienda electoral, que podría sacar a relucir los recuerdos de las disputadas elecciones del 2000, que fueron resueltas por la Corte Suprema de Estados Unidos.

Liderando el equipo de Romney está Benjamin Ginsberg, principal asesor jurídico de las campañas presidenciales de George W. Bush en el 2000 y 2004.

Obama, en tanto, ha contratado a Robert Bauer, un ex abogado de la Casa Blanca que se ha pronunciado en contra de los esfuerzos liderados por los republicanos por modificar las leyes electorales en Ohio, un estado clave de cara a los comicios del 6 de noviembre.

Durante este otoño boreal, Ginsberg y Bauer negociaron los términos de los tres debates presidenciales y también el del cara a cara que enfrentó al vicepresidente Joe Biden y al compañero de fórmula de Romney, Paul Ryan.

Ginsberg y Bauer, quienes no respondieron a las solicitudes para realizar comentarios, han participado en tantas aventuras legales electorales que Joe Allbaugh, jefe de campaña de George W. Bush en el 2000, los llama en broma los "gemelos Bobbsey", en referencia a unos personajes literarios de Estados Unidos.

Durante décadas, Ginsberg y Bauer han entregado consejos legales a los partidos estadounidenses en las campañas.

"La verdad es que hay muy pocos abogados que trabajen en esta área", dijo Ginsberg al The New York Times en el 2004.

POTENCIAL CAOS

Obama y Romney se encuentran en estos momentos en un virtual empate en las encuestas, por lo que la carrera estado por estado tiene un abanico de posibilidades caóticas.

El escenario más probable es que no habrá un ganador claro tras la noche electoral, o a la mañana siguiente. Pero la carrera electoral también plantea escenarios más confusos, entre ellos un controvertido resultado en un estado debido a los retrasos por la votación o a problemas con el conteo de votos.

Una elección impugnada dejaría a Bauer y Ginsberg corriendo hacia los tribunales para cuestionar la validez de la votación o cualquier otra irregularidad que pueda haber inclinado la balanza en un Estado.

El proceso electoral del 2012 llega a su fin tras una campaña electoral dominada por disputas legales, entre ella una batalla por una ley estatal que exige a los votantes presentar una identificación con foto al momento de sufragar.

Ginsberg y Bauer participaron en la enconada batalla legal que se suscitó hace 12 años en Florida por los votos emitidos a favor de Bush y el demócrata Al Gore, entonces vicepresidente.

La disputa en Florida terminó un mes después de las elecciones del 2000, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos declaró a Bush ganador en el estado por 537 votos, entre los cerca de 6 millones de sufragios emitidos.

Un funcionario de la campaña de Romney, quien se negó a discutir los detalles de la estrategia legal de los republicanos, dijo que su equipo está preparado para cualquier proceso judicial.

"Tenemos todos los recursos y la infraestructura que necesitamos para cualquier conflicto potencial o para un recuento de votos", comentó.

Fuente: Reuters