La reciente admisión del expresidente catalán Jordi Pujol de que en los últimos 30 años ha tenido en el extranjero una suma millonaria de dinero sin regularizar ha generado un auténtico terremoto en Cataluña, sobre todo entre los partidarios de la independencia.
El pasado viernes, cayó como una bomba la confesión de Pujol de que el dinero, que recibió su familia meses antes de que él asumiera como presidente de la Generalitat (gobierno regional catalán) tras la muerte de su padre en 1980, había sido regularizado con Hacienda a través de la amnistía decretada por el Gobierno español en noviembre de 2012.
"Soy el único responsable", dijo Pujol en un comunicado enviado a los medios catalanes que no recoge la cifra exacta de ese dinero, pero que el diario El Mundo especula con que podría ascender a 3,7 millones de euros.
El expresidente catalán dijo que optó por quedarse con el dinero por su mujer y sus hijos, algunos de los cuales eran entonces menores de edad, y porque esa era la voluntad de su padre, Florenci Pujol i Brugat, fundador de Banca Catalana.
"Expongo todo esto con mucho dolor, por lo que significa para mi familia (..) pero sobre todo por lo que puede significar para tanta gente de buena voluntad que puede sentirse defraudada en su confianza, por lo que pido perdón", añadió Pujol, de 84 años, en la nota, escrita en catalán.
La declaración del histórico dirigente catalán llega después de dos años de investigaciones judiciales por presuntos delitos de corrupción en las que se han visto implicados dos de sus hijos.
El mayor de ellos, Jordi Pujol Ferrusola, está siendo investigado después de que su expareja, María Victoria Álvarez, declarara ante la Audiencia Nacional que él tenía dinero en paraísos fiscales.
Oriol Pujol, otro de sus hijos, abandonó sus cargos como presidente del grupo parlamentario de Convergència i Unió (CiU) (coalición nacionalista de centroderecha) y como secretario general de Convergència Democrática de Catalunya (CDC) (uno de los partidos integrantes de CiU) tras su imputación por tráfico de influencias.
"RENUNCIA A TODO"
Este martes, el actual presidente de la Generalitat -y otrora "delfín" de Pujol-, Artur Mas, anunció que el histórico dirigente renunciará a los cargos honoríficos dentro de su partido y a sus retribuciones como exjefe del Ejecutivo catalán.
Pujol abandonará, así, los cargos de presidente fundador de CDC y de la federación CiU, y no seguirá recibiendo una pensión vitalicia anual superior a 86.000 euros, según anunció Mas.
"Renuncia a todo", dijo Mas en una comparecencia extraordinaria en el Palau de la Generalitat, en la que aseguró que la decisión de renunciar a los privilegios había sido ofrecida por Pujol y aceptada por él. También renunciará al derecho del uso de una oficina en el centro de Barcelona.
El anuncio de la marcha de Pujol se produce un día antes de que Mas se reúna con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un encuentro en el que tiene previsto abordar las discrepancias que mantienen sobre su intención de celebrar una consulta no vinculante sobre la independencia de Cataluña.
Mas, que dijo haberse reunido con Pujol el viernes tras el comunicado y de nuevo tras el fin de semana, confesó que sentía un "dolor inmenso" por lo ocurrido con quien considera su "padre político".
"Él (Pujol) tiene actitud de colaboración para que el daño sea el menor posible. El daño no se puede obviar, el daño existe, pero puede ser el menor posible", agregó Mas, que fue elegido por el mismo Pujol como su sucesor.
24Horas.cl con información de Reuters
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