Luego que un canal de televisión diera a conocer informes que indican que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos espió las llamadas de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la mandataria decidió suspender los preparativos para su próximo viaje al país norteamericano.
De acuerdo al reporte de agencias internacionales, el Gobierno suspendió el viaje del staff que organizaría los detalles previos a la visita de a mandataria. Hasta el momento, se desconoce si el viaje a Estados Unidos sigue en pie.
Las autoridades brasileñas tenían presupuestado arribar a Washington el próximo 7 de septiembre y quedarse hasta el 11 del mismo mes alistando los preparativos. Sin embargo, fuentes oficiales anunciaron que este viaje no se realizaría.
De acuerdo a una publicación exclusiva de la agencia Reuters, Dilma Rousseff está furiosa con las revelaciones expuestas gracias a filtraciones realizadas por el ex analista de la CIA Edward Snowden.
"Está completamente furiosa. Esto es un gran, gran crisis (...) Necesita haber una disculpa. Y necesita ser pública. Sin ello es básicamente imposible que ella vaya a Washington en octubre", explicó la fuente.
El ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, uno de los asesores más cercanos de Rousseff, dijo el martes a periodistas que el espionaje era "más serio de lo que parecía a simple vista", lo que podría explicar porqué Brasil quiere un pedido de disculpas además de una explicación por escrito.
Tras la filtración del espionaje, la presidenta de Brasil estaría dispuesta a cancelar su visita a Washington y también para tomar acciones punitivas como descartar la compra de cazas F-18 Super Hornet de la empresa estadounidense Boeing Co.
Con esto, el viaje, que había sido programado para simbolizar una mejora en las relaciones entre las dos mayores economías de las Américas, corre un serio peligro.
Barack Obama y Dilma Rousseff se encuentran participando de la Cumbre del G-20 en Moscú, sin embargo no ha trascendido aún si ambos mantendrán un encuentro bilateral.