Estados Unidos utilizó este jueves en Afganistán su más potente bomba no nuclear contra un complejo de cavernas bajo control del grupo radical Estado Islámico: la Massive Ordnance Air Blast
La bomba, conocida por la sigla MOAB, "hizo impacto con un complejo de cavernas" y túneles excavados en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar, dijo el portavoz del Pentágono, Adam Stump.
Fue el primer uso de este armamento en combate. El artefacto explosivo fue lanzado desde un avión desde gran altitud.
El objeto es considerado como "la madre de todas las bombas", ya que está compuesta de 11 toneladas de material explosivo (TNT), ejecutados desde un avión MC-130 hacia el distrito de Achin, provincia de Nargahar.
Además, mide un metro de diámetro y poco más de nueve metros de altura, y fue desarrollada por la nación durante la guerra en Irak.
La Casa Blanca, a través del vocero Sean Spicer, informó que el ataque fue en respuesta al asesinato de un "boina verde" abatido por parte del Estado Islámico. Asimismo, indicó que el objetivo principal era "apuntar a un sistema de túneles y cuevas usados por ISIS".
"Estados Unidos toma muy en serio la lucha contra el terrerismo de ISIS", complementó la autoridad.
John W. Nicholson, comandante de las fuerzas americanas concentradas en el país, respaldó el bombardeo, argumentando que "el Estado Islámico está utilizando explosivos improvisados, búnkers y túneles para defenderse".
Nicholson enfatizó en que "esta es la munición adecuada para reducir esos obstáculos y mantener el momento de nuestra ofensiva".
Recordar que el hecho se produce a pocos días de que la nación norteamericana concretara un ataque contra Siria, en donde una decena de personas.