Apelando a eventuales efectos negativos en la economía interna de Estados Unidos, el presidente de la nación norteamericana, Donald Trump, anunció que su país ya no formará parte del Acuerdo de París. La iniciativa medioambiental había sido firmada en 2015 por 190 países en la capital francesa, y tiene por objetivo limitar el ascenso de la temperatura mundial reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Washington fue parte de un acuerdo que pone en desventaja a EEUU, dejando a los trabajadores y empresas estadounidenses asumiendo este costo con pérdidas de puestos de trabajo", comenzó señalando Trump en una esperada conferencia de prensa ofrecida en la Casa Blanca.
Tras ello, confirmó los trascendidos y pronósticos de los analistas internacionales: "A partir de hoy, Estados Unidos dejará de adoptar el Acuerdo de París no vinculante". Agregó que esto "incluye el dar por terminado con la adopción de las contribuciones y el fondo climático verde que cuesta a Estados Unidos una fortuna".
"No puedo con mi conciencia respaldar un acuerdo que castigue a Estados Unidos", y "el acuerdo es muy injusto para con los EEUU, de acuerdo a los costos", fueron otras de las frases expresadas por el jefe de Estado.
La decisión del presidente estadounidense ignora las peticiones de alidos y líderes empresariales de todo el mundo, pero cumple a cabalidad con una de las promesas de campaña del mandatario.
Trump criticó durante su anuncio las "draconianas" cargas financieras y económicas que conlleva el denominado Acuerdo de París, y manifestó que su mandato se da "con el objetivo de cumplir mi solemne obligación de proteger a Estados Unidos y sus ciudadanos".
¿NUEVO PACTO GLOBAL?
Tras la noticia, Donald Trump aseguró que comenzará negociaciones para reingresar al pacto global o lograr "una nueva transacción sobre términos que sean justos para Estados Unidos, sus negocios, sus trabajadores, su gente y sus contribuyentes".
"Veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también. Como presidente, no puedo poner otra consideración por delante del bienestar de los estadounidenses", expresó.