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Ex monaguillo revela los abusos sexuales que sufrió por parte de un sacerdote en Alemania

El bibliotecario Daniel Pittet contó en un libro que fue violado cientos de veces, desde los 9 hasta los 12 años, por un clérigo que confesó sus actos y cómo llegó a perdonarlo.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 26 de julio de 2017

A sus 58 años, Daniel Pittet lleva una vida corriente como bibliotecario, hombre casado y padre de seis hijos en Alemania. Sin embargo, su infancia claramente no fue normal: violado por un padre capuchino durante tres años de su niñez, claramente no creció como cualquier persona. Esa experiencia relata en su libro "Le perdono, padre: Sobreviviendo a una infancia rota". Y, como dice el título, ha disculpado a su agresor.

Según publicó El País, el hombre victimado por graves abusos sexuales en más de 200 ocasiones, desde los 9 hasta los 12 años, dijo que "tras dieciocho años de terapia yo puedo emplear las palabras apropiadas".

"Un sábado como todos los demás entra en la catedral un sacerdote capuchino, el padre Allaz, para celebrar misa. ¿Por qué él? Ha olfateado una buena presa. Me invita al convento. Quiere enseñarme un mirlo que habla. ¡Tengo nueve años, es algo mágico! Sin tiempo de ver al mirlo, me hace entrar en su habitación", recuerda, y describe detalladamente lo que le dijo y le pidió el clérigo.

"Me ordena: ‘¡Bájate el calzón!’. Todo discurre muy rápido. Después, me sirve una limonada. Ninguna palabra. Bebo en silencio. Me acompaña a la puerta, todo sonrisas. Me dice en voz muy baja: ‘Tendremos que guardar todo esto entre nosotros’”, relata, y rememora que "mientras predicaba homilías magníficas, yo lo veía desnudo como un viejo cerdo".

Y de acuerdo a lo destacado por la agencia católica CNA, el hombre perdonó al violador que cometió actos calificados como una "monstruosidad" por el Papa Francisco, quien escribió el prólogo del libro. "Para todos aquellos que han sido víctimas de pedofilia, es difícil hablar sobre lo que han pasado y describir el trauma que todavía persiste después de tantos años", expresó el pontífice, por lo que también dijo que "el testimonio de Daniel Pittet es necesario, precioso y valiente".

'Recé mucho por este sacerdote'

“Denunciar un abuso es un paso muy doloroso. Rara vez se consigue castigar a los malos y proteger a los buenos. Denunciar genera vergüenza: ¡una víctima necesita pruebas! Eso quiere decir que debe dejar que el médico examine su ano. ¡Es abominable!", expresa Pittet, a quien le creyeron porque describió de modo preciso la habitación donde era abusado y una "marca llamativa en el cuerpo" de Allaz.

Actualmente, la víctima dice que ha perdonado el sacerdote que lo abusó persistentemente durante años. "Perdonar es muy difícil. Yo lo hice con 11 años, pero no lo he olvidado. Llevaré este sufrimiento hasta la muerte. Recé mucho por este sacerdote y hace unos meses fui capaz de ir a verle, acompañado por mi obispo", dijo el autor al medio español El Diario.

De hecho, El País relata que el epílogo del libro fue escrito justamente por Allaz, quien confesó la gravísima violencia que infligió continuamente contra su ex monaguillo y detalló en 30 páginas que violó "a otros 150 niños", de los cuales "al menos ocho" se suicidaron.