Facebook decidió cerrar la cuenta del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA, por sus siglas en inglés), una organización rebelde que considera "peligrosa" y cuyos ataques contra comisarías en agosto desataron la campaña de represión del ejército birmano.
La red social indicó sin embargo a la agencia AFP que el cierre no se hizo a petición de un gobierno sino siguiendo la política de la compañía de excluir a los grupos violentos.
Facebook se ha convertido en instrumento de comunicación clave tanto para los defensores de los rohinyás como para el ejército birmano, y publican todos sus comunicados en esta plataforma.
Desde el 25 de agosto más de 420.000 rohinyás han huido hacia Bangladés para escapar al ejército birmano, acusado de cometer violaciones y asesinatos y de incendiar varios pueblos.
Varios defensores de los rohinyás se quejaron en los últimos días de que Facebook les suspendió sus cuentas. La compañía dijo sin embargo que sólo suprimirá el contenido violento o que hace apología de la violencia.
Los musulmanes rohinyás, tratados como extranjeros en Birmania, donde el 90% de la población es de confesión budista, están considerados apátridas aunque algunas familias viven en ese país desde hace varias generaciones.