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Hong Kong: manifestantes le exigen al jefe de gobierno que dimita

Quieren que el líder del gobierno, Leung Chun-ying renuncie antes de que concluya el jueves y han exigido que China introduzca la democracia plena para que la ciudad pueda elegir libremente a sus propias autoridades.

Victor Jaque

Jueves 2 de octubre de 2014

Los manifestantes que reclaman más libertades democráticas se concentraron delante de la sede del poder en Hong Kong para exigir la dimisión este mismo jueves del jefe del gobierno local, quien recibió de nuevo el apoyo de Pekín. 

Los manifestantes mantienen paralizado el centro de la ex colonia británica, y amenazan con endurecer su movimiento si no obtienen la renuncia de Leung Chun-ying.

A primera hora de este jueves, más de 3.000 personas se reunieron ante las dependencias del consejo legislativo y la oficina del gobierno local, para exigir la dimisión.

Los manifestantes consideran al jefe del gobierno local una "marioneta de Pekín", que este jueves manifestó su apoyo al líder hongkonés.

"El gobierno central sigue apoyando de forma firme" a la administración de Leung Chun-ying, y "la gestión de estas actividades ilegales por parte de la policía del territorio, en el marco de la ley", escribió en portada el Diario del Pueblo, órgano del gobernante Partido Comunista de China.

China advirtió también a Washington que no debe entrometerse en esta crisis, la más grave desde la retrocesión de la ex colonia británica a Pekín en 1997, mientras se alzan voces en todo el mundo para apoyar a los manifestantes.

CHINA SOBERANA

"Los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China", declaró el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, durante un encuentro con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en Washington.

"Todos los países deberían respetar la soberanía de China y esto es un principio básico que rige las relaciones internacionales", recalcó Wang. 

Washington, que pidió "prudencia" a las autoridades hongkonesas, disputa con China una guerra de influencia comercial, política y diplomática en Asia.

La campaña de desobediencia civil que se gestaba desde hace semanas en Hong Kong se intensificó brutalmente el domingo y desde ese día decenas de miles de manifestantes han salido a la calle. 

Las principales arterias de la ciudad, considerada un remanso del capitalismo financiero internacional, están bloqueadas. Como los transportes públicos, barrios enteros están paralizados y las actividades económicas se encuentran muy perturbadas.

Los manifestantes denuncian intromisiones de Pekín, reclaman un sufragio universal sin cortapisas, y rechazan que en las elecciones de 2017 las autoridades chinas mantengan el control sobre los candidatos a jefe del gobierno local.

OCUPACIÓN DE EDIFICIOS

Desde que la policía empleó el domingo gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes pertrechados con simples paraguas para defenderse, las reclamaciones de dimisión se han hecho más acuciantes. 

Agnes Chow, una dirigente del movimiento estudiantil, emplazó al jefe del ejecutivo a dimitir antes del jueves por la noche. De lo contrario, "estudiaremos varias acciones diferentes los próximos días, como la ocupación de edificios gubernamentales importantes".

Willy Lam, investigador en la Universidad China de Hong Kong, no cree en una dimisión inmediata, ya que en ese caso parecería que Pekín "está cediendo a la presión de los manifestantes".

En cambio, si la movilización continúa dos o tres semanas más, el presidente chino Xi Jinping se expondría a las críticas del Partido Comunista, y el cese del líder hongkonés "sería una posibilidad".

La "Revolución de los paraguas" -como se ha bautizado en las redes sociales- tiene mucho eco fuera de la ex colonia. Unas 4.000 personas se manifestaron en Taipei, unas 2.000 delante de la embajada china en Londres y otras 350 en Times Square, en Nueva York. 

El gobierno chino trata por todos los medios de evitar la propagación de una ola prodemocrática en el país. El Partido Comunista endureció como nunca antes la censura sobre las redes sociales y presenta al movimiento hongkonés como un grupo de "extremistas" que viola la ley.

Foto: Reuters

Foto: Reuters