Una serie de fuertes sismos sacudieron hoy la zona central de Italia, generando miedo entre los residentes de áreas afectadas por el mortal terremoto en agosto que dejó más de 300 personas fallecidas. Sin embargo en esta oportunidad no habrían dejado muertos.
Un sismo de magnitud 6,0 fue registrado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dos horas después de un movimiento de magnitud 5,4. Ambos fueron lo suficientemente fuertes como para que se sintieran a más de 150 kilómetros al sur, en Roma, donde las lámparas oscilaron en los pisos superiores de los edificios.
De acuerdo a lo que señalaron expertos, estos fenómenos tienen relación directa con el gran evento de agosto pasado.
Los epicentros de ambos temblores se ubicaron cerca de la localidad de Castelsantangelo sul Nera en la región de Las Marcas, a una profundidad de unos 10 kilómetros.
Los primeros reportes indicaban que algunos edificios antiguos colapsaron, pero que el daño no se asemejaba al causado por el terremoto que afectó Las Marcas, Lazio y Umbria el 24 de agosto, que devastó varios poblados.
Autoridades en la localidad de Visso, no muy lejos del epicentro, informaron de varios heridos. Numerosas iglesias rurales antiguas colapsaron o resultaron dañadas. El servicio de energía eléctrica estaba interrumpido en algunas áreas y habían carreteras cerradas.
Los sismos del miércoles causaron mayores daños a las ya precarias estructuras en Amatrice, el pueblo más afectado por el temblor de magnitud 6,2 de agosto, dijeron autoridades, pero no hubo heridos.
Videos: Corriere della sera
Fotos: Reuters
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