Tras conocerse el asesinato del piloto jordano, Maaz al Kassasbeh -quien fue quemado vivo por el Estado Islámico (EI)- el gobierno de Jordania habría tomado serias medidas.
Según informan medios internacionales, Jordania habría ejecutado a dos yihadistas como respuesta al asesinato del piloto, que fue capturado luego de llevar a cabo un ataque contra posiciones del EI en el marco de la coalición internacional antiyihadista.
Una de ellas sería Sajida al Rishawi, quien fue encarcelada por su participación en un atentado suicida 2005.
La mujer era una de las prisioneras por las que ISIS pedía el intercambio del piloto y del japonés Kenji Goto, quien también fue asesinado.