Un joven ruso de 21 años falleció luego de que su mascota, una cobra real, le mordiera cuando trataba de alimentarla.
El hombre, identificado como Vladimir, vivía en un departamento de la ciudad de Tolyatti con su novia, a quien la policía nombró como Anna.
Dicha mujer presenció el momento exacto en que la cobra real, la serpiente venenosa más grande del mundo, mordió a Vladimir.
Rápidamente Anna llamó a una ambulancia, pero el veneno del reptil le quitó la vida al joven en sólo minutos.
Vladimir poseía, además, otras dos serpientes cuyo destino es incierto luego de su muerte. Su novia descartó adoptarlas.
"Él no temía de sus mascotas venenosas y le gustaba jugar con ellas", declaró Anna a la policía, reporta el medio británico Daily Mail.
Sólo poseía serpientes hace dos años, por lo que el caso provoca polémica dadas las pocas restricciones para que ciudadanos posean especies venenosas en sus hogares.
Foto: Reproducción / YouTube.