Click acá para ir directamente al contenido

El hombre sin filtro

Está en el punto de mira de las grandes potencias por la información confidencial revelada por su página web WikiLeaks.

Mariángel Calderón

Jueves 16 de agosto de 2012

Julián Assange tiene una apariencia peculiar. Su mirada, entre traviesa, altanera y algo malévola delata que sabe que hizo algo prohibido. No en vano, fue el hombre responsable de dar a conocer los secretos mejor guardados de las grandes potencias mundiales, una decisión que ha complicado bastante su vida.

El fundador de WikiLeaks dio una nueva dimensión al periodismo de investigación, todo gracias a un sitio web que generó titulares en todo el mundo publicando cables secretos de países como Estados Unidos, Suecia y Reino Unido.

La fama mundial le llegó con la publicación, entre otras, de imágenes que mostraban a soldados estadounidenses asesinando a tiros desde un helicóptero a civiles en Irak. Más tarde, empezó a dar a conocer informaciones que involucraban a importantes personajes políticos mundiales. Assange era a estas alturas algo más que una molestia.

Una acusación de abuso sexual  en su contra, realizada en Suecia, motivó su arresto en el Reino Unido en 2010. Según explicó la policía, el periodista australiano debía ser interrogado por la justicia sueca, luego de versiones que aseguran que violó a una mujer y acosó sexualmente a otra durante una visita a Estocolmo. Assange niega los hechos y asegura que ambos encuentros fueron consentidos.

Cerca de 500 días pasó recluido en su residencia inglesa mientras la justicia tramitaba su extradición a Suecia. Él luchó con todos sus medios para impedirlo y luego de ser ejecutada la medida buscó asilo a la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado desde el 19 de junio.

Este jueves, el Gobierno de Rafael Correa, resolvió otorgarle asilo político, en medio de una compleja situación diplomática con el Reino Unido. Ambos países protagonizan un conflicto que podría provocar una crisis política inédita entre ambos gobiernos.

En conversación con la cadena británica BBC, Daniel Smichtt, cofundador de WikiLeaks, definió a Julián Assange como "una de esas pocas personas que se preocupan de verdad por cambiar el mundo para mejor hasta el punto de querer hacer algo radical, arriesgándose a cometer un error, con la motivación de trabajar en algo en lo que cree". Quizás eso le asó la cuenta.