Escapan de su tierra apostando por una mejor vida, pero probablemente nunca le tomaron el peso a lo que significa ser un inmigrante ilegal.
Intentando cruzar la frontera de lo prohibido, algunos lo lograron, otros corrieron peor suerte. Aquí el ingenio no tiene límites, la valentía tampoco. Porque no importa la manera, el objetivo es no volver a la tierra natal de donde escaparon con una mochila llena de sueños
Recientemente conocimos el caso de 200 inmigrantes en Rusia que se escondieron por cuatro años en las entrañas del que fue el mercado chino más importante de Moscú hasta el año 2009, cuando el gobierno ordenó su cierre para incentivar la producción local.
Parte de los desempleados de este mercado se negaron a volver a sus países y construyeron uno propio: tenían dormitorios, un casino, un cine y hasta un gallinero, todo bajo tierra y en condiciones infrahumanas.
No veían la luz por miedo a que los descubrieran y se dedicaban a falsificar ropa de marca. Eso, hasta que las autoridades rusas descubrieron su secreto. Ahora no están en casa, ni en sus países de origen. Se encuentran encerrados, pero esta vez tras las rejas por ser ilegales.
Pero este no es el único caso. Historias de inmigrantes existen en todas las partes del mundo.
La policía italiana rescató del mar a un grupo de ilegales africanos que intentaban llegar al viejo continente escapando de las revueltas que sacudieron al norte de Africa a partir del año 2010.
Eran 231 personas las que iban a bordo de una barcaza en la que también había niños. La isla de Lampedusa se convirtió en uno de los destinos soñados para empezar una nueva vida.
También en Europa, son cientos los que intentan cruzar fronteras escondidos en autos o camiones. Algunos han muerto asfixiados, mientras que otros han sido descubiertos.
El ya conocido como "sueño americano" se ha convertido en una meta paras millones de latinos que año tras año intentan llegar a donde todo parece más fácil, al símbolo del desarrollo: Estados Unidos
No importa si es en balsa, colgándose de un tren de carga o por el desierto. Los obstáculos para llegar a la especie de "tierra prometida" son tan o más difícil que mantenerse como un ilegal.
Del lado mexicano son varios los militares que hacen vista gorda a cambio de unos dólares. Ése parece ser el único pasaporte válido para un indocumentado. Sólo un porcentaje logra llegar a su destino; el resto es deportado o muere en el intento.
En unos países más que en otros, el tema de la inmigración se ha convertido en un problema de Estado. Particularmente en Norteamérica, el presidente Barack Obama busca poner fin a la deportación de inmigrantes que llegaron sin permiso al al país cuando eran niños -los llamados "dreamers"-, pero aún no tiene el apoyo necesario en la Cámara de Representantes.
Pero con o sin leyes, la inmigración seguirá existiendo mientras hayan personas con aspiraciones y ganas de apostar por un mejor futuro, sin importar arriesgar la vida.