El 8 de septiembre de 2015 la imagen de Osama Adul Mohsen dio la vuelta al mundo.
Este hombre era uno más de los cientos de inmigrantes sirios que intentaban ingresar a Europa para alejarse de la guerra en su país.
Con su hijo de siete años en brazo, Mohsen fue agredido por una reportera húngara que le hizo una zancadilla y provocó que cayera al suelo.
Hoy este hombre puede respirar más tranquilo. En España vive una nueva vida junto a dos de sus hijos y se desempeña como entrenador de un club de una localidad madrileña.
Sin embargo, su felicidad no está completa, pues su mujer y otros dos pequeños siguen en Turquía.