El máximo líder del cartel de las drogas de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, intentó escapar antes de que marinos lograran capturarlo el lunes, en el mayor golpe del actual gobierno al narcotráfico.
Un funcionario del gobierno federal, quien habló desde el anonimato, reveló el miércoles a The Associated Press que cuando un Black Hawk de la Marina mexicana maniobró para detener la camioneta en la que viajaba Treviño, el escolta y el contador que lo acompañaban se tiraron de inmediato al suelo, pero el presunto capo, conocido como, "Z-40" intentó huir.
Dijo que Treviño, de 40 años y considerado uno de los capos más sanguinarios, corrió entre los matorrales de la zona desértica donde fue detenida la camioneta en la que viajaba el líder del grupo criminal.
Añadió que Treviño se cayó en al menos una ocasión y sufrió varios rasguños al correr entre los matorrales, pero finalmente fue capturado sin que se hubiese hecho un solo disparo. Fotografías posteriores a su captura, distribuidas por el gobierno, mostraban a Treviño con lo que parecían rasguños en el rostro.
El gobierno mexicano informó que la captura se realizó en un camino rural a unos 27 kilómetros al suroeste de la ciudad fronteriza norteña de Nuevo Laredo, su ciudad natal.
A Treviño y sus presuntos cómplices se les decomisaron dos millones de dólares en efectivo, ocho armas largas y unos 500 cartuchos útiles de diversos calibres.
El funcionario federal también dijo el miércoles a la AP que en las últimas semanas el “Z 40” había asumido un bajo perfil, que incluía trasladarse durante las madrugadas en caminos de terracería, con la menor cantidad de gente a su alrededor. Refirió que las autoridades habían detectado que se movía entre localidades de Coahuila y Tamaulipas.
Tras su captura, Treviño fue trasladado a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) en la ciudad de México, donde hasta el miércoles continuaba rindiendo declaraciones.