Los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe instaron a Estados Unidos a anular su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel, en una resolución publicada el domingo por la mañana tras una reunión en El Cairo.
En la resolución, a la que la AFP tuvo acceso, los ministros árabes afirman que Estados Unidos se "retiró como socio e intermediario del proceso de paz" en Oriente Medio. Y piden "que Estados Unidos anule su decisión sobre Jerusalén".
Los ministros de los países miembros se habían reunido el sábado por la noche en la sede de la Liga Árabe, en El Cairo, para una reunión extraordinaria destinada a formular una respuesta a la decisión estadounidense, que provocó una oleada de descontento en el mundo árabe.
También instaron a la comunidad internacional a reconocer un Estado palestino "con Jerusalén Este como capital", la parte oriental, anexionada desde 1967 por Israel.
La iniciativa del presidente Donald Trump fue "denunciada y condenada", afirmó el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, durante la reunión.
En un anterior encuentro de los delegados de los Estados miembros de la Liga Árabe el martes, antes de la decisión de Estados Unidos, la institución ya había advertido a Washington, recalcando que el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel constituía un "asalto claro" contra el pueblo árabe.
El sábado, se produjeron altercados en los territorios palestinos por tercer día consecutivo desde la decisión de Estados Unidos.
Los palestinos tomaron las calles de Jerusalén Este para manifestarse, así como en Cisjordania, territorio palestino ocupado por el ejército israelí desde hace 50 años, y en la Franja de Gaza.
El viernes, durante un "día de la ira", dos palestinos fueron abatidos y decenas resultaron heridos en enfrentamientos.
Además, dos activistas de Hamas murieron el sábado en bombardeos aéreos israelíes después de que se hubieran disparado cohetes desde la Franja de Gaza.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abas, decidió el sábado no recibir en diciembre al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en señal de protesta contra la iniciativa de Washington.