Una condena de tres años y nueve meses de cárcel recibió una madre que obligó a su hijo a fingir durante tres años que tenía cáncer para así poder cobrar una pensión.
Para hacer creíble el engaño, la mujer acusada de crueldad infantil, fraude y falsificación, afeitó la cabeza y cejas de su hijo para emular los signos de la quimioterapia. Además, lo obligó a utilizar una silla de ruedas en reiteradas ocasiones.
En la audiencia ante el tribunal de Gloucester (oeste de Reino Unido), la mujer admitió un cargo por crueldad infantil, uno por falsificar los documentos que acreditaban la supuesta enfermedad del menor y ocho cargos por fraude al estado.
Debido a la supuesta invalidez de su hijo, la acusada había solicitado una pensión de 107 mil 600 euros (65 millones de pesos) a los que quiso agregar otros ingresos por acoger en su casa a otros niños en esta condición que, por cierto, jamás existieron.
La mujer habría desarrollado su farsa en otros países, como Estados Unidos, donde llevó al menor de vacaciones en silla de ruedas para evitar las filas en un parque temático de Florida.