Mientras Venezuela aún no se recupera de la intensa jornada de protestas que protagonizaron jóvenes estudiantes opositores al chavismo y que dejó al menos tres muertos, el presidente Nicolás Maduro, lejos de buscar consenso, amenazó a los manifestantes y prometió cárcel para los que protesten sin permiso.
En un discurso realizado tras la jornada de violencia, en la que policía y detractores del oficialismo se enfrentaron en las calles de Caracas y otras ciudades, Maduro aseguró que no permitirá nuevos actos violentos.
"Así lo anuncio: he dado instrucciones muy claras a los cuerpos de seguridad del Estado de asegurar las ciudades principales del país, y quien salga tratar de ejercer violencia sin permiso para movilizarse será detenido. Sea quien sea, llámese como se llame", dijo.
Agregó, además que "no habrá golpe de estado en Venezuela, tengan la seguridad absoluta. Seguirá la democracia, seguirá la revolución".
Con esto, hizo un llamado a las autoridades policiales, a que fiscalicen a aquellos que intenten manifestarse, debido a que se necesita un permiso legal para salir a las calles a protestar.
"Oído jefes militares, oído jefes policiales, oído gobernadores, oído a todo el que tenga responsabilidad. Con métodos muy claros de respeto a los derechos constitucionales de nuestro pueblo", aseveró.
Hace más de diez días, cientos de estudiantes han salido a las calles de diversas ciudades venezolanas para reclamar contra la elevada inflación, la inseguridad y el desabastecimiento en los supermercados.
Para los próximos días, y tras la muerte de tres estudiantes, los grupos opositores al chavismo han convocado a nuevas protestas que incrementan la crisis política y social que enfrenta Nicolás Maduro a pocos meses de cumplir un año al mando de Venezuela, tras la muerte de Hugo Chávez.