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Más de 70 muertos dejan bombas y enfrentamientos en Irak

Una serie de coches bombas, acciones suicidas y tiroteos en el norte del país dejaron decenas de muertos en lo que se cree un resurgimiento de una guerra civil.

Francisco Guerrero

Martes 11 de junio de 2013

Insurgentes atacaron el lunes varias ciudades de Irak con coches bombas, acciones suicidas y tiroteos, en hechos que dejaron más de 70 personas muertas y aumentaron los temores de un retorno a una guerra civil sectaria.

Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de los ataques del lunes, la mayoría ocurridos en el norte de Irak, pero funcionarios culpan a insurgentes suníes vinculados con el brazo local de Al Qaeda por el incremento de la violencia sectaria que ha dejado más de 2.000 muertos desde abril.

Los crecientes hechos de violencia han acompañado a las tensiones políticas entre los líderes de la mayoría chií de Irak y la comunidad suní, que cree que ha sido marginada desde la caída de Saddam Hussein tras la invasión del 2003 liderada por Estados Unidos.

El lunes por la mañana, dos coches bomba explotaron y un suicida en otro vehículo detonó sus explosivos en un mercado en Jadidat al-Shatt, un pueblo de mayoría chií en la provincia de Diyala, 40 kilómetros al norte de la capital.

Las tres explosiones dejaron 13 muertos y más de 50 heridos entre los restos de puestos de frutas y verduras, dijeron funcionarios y la policía.

"Estaba vendiendo sandía y de pronto escuché una poderosa explosión en la entrada del mercado. Huí del polvo y el humo cuando una segunda explosión convirtió al lugar en un infierno", dijo Hassan Hadi, un agricultor herido que estaba siendo atendido en el hospital.

Más tarde, acciones que incluyeron atacantes suicidas y lanzamientos de cohetes contra un cuartel policial en la norteña ciudad de Mosul dejaron 24 muertos, la mayoría policías y soldados.

Otro coche bomba explotó en un mercado en Taji, un pueblo religiosamente mixto ubicado a 20 kilómetros al norte de Bagdad, provocando la muerte de al menos otras ocho personas, dijeron fuentes médicas y policiales.

La policía también desactivó el lunes bombas colocadas en dos pozos petroleros cerca de la ciudad norteña de Kirkuk. Aunque las exportaciones al puerto turco de Ceyhan no se vieron afectadas, los militantes han incrementado los ataques contra instalaciones petroleras de las que depende la economía iraquí.

La violencia reciente es la peor desde el derramamiento de sangre sectario que provocó la muerte de decenas de miles de personas hace cinco años y dividió a Bagdad en distritos de sectas religiosas.

Aunque las fuerzas iraquíes están mejor equipadas que durante los momentos más álgidos de la guerra, no cuentan con fuentes de inteligencia ni con la cobertura aérea para seguir a insurgentes que tenían bajo la guía militar de Estados Unidos.

La guerra en la vecina Siria, en la que el Irán chií y las potencias suníes de la región del Golfo apoyan a bandos opuestos, también ha presionado al frágil equilibrio sectario y étnico del propio Irak.

Vigorizada por la revuelta principalmente suní en Siria y el descontento suní en Irak, el ala local de Al Qaeda, el Estado Islámico de Irak, está recuperando terreno perdido durante su guerra contra las tropas estadounidenses que abandonaron el país en diciembre del 2011.

[24Horas.cl con información de Agencia Reuters]