Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa que fue detenido el 23 de mayo acusado de filtrar documentos sensibles, vio denegada este jueves su petición de ser transferido a arresto domiciliario y recibió la orden de quedarse en la pequeña "habitación segura" policial, donde reza cada día.
El Vaticano dijo que el fiscal había decidido mantener a Paolo Gabriele, de 46 años, en custodia preventiva más allá del límite de 50 días que contempla la ley vaticana para la custodia de un acusado antes de que se ordene un juicio.
Sin embargo, el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, dijo que eso no significa que Gabriele vaya a pasar otros 50 días en la habitación de la comisaría del Vaticano, que mide 3,5 por 4 metros y tiene una sola ventana pequeña, una mesa pequeña y un baño separado.
Lombardi dijo que se espera que el fiscal, Piero Antonio Bonnet, culmine una investigación formal en las próximas semanas y decida si absuelve al mayordomo o bien ordena que vaya a juicio por robar y filtrar los documentos a medios italianos.
Algunos documentos denuncian casos de corrupción en los acuerdos comerciales del Vaticano con empresas italianas, relacionados con el pago de precios inflados por trabajos. Otros apuntan a rivalidades entre cardenales y enfrentamientos por la gestión del banco vaticano.
Lombardi negó las noticias publicadas por un periódico italiano de que Gabriele sufre de comportamiento obsesivo y de una secta fundamentalista le ha lavado el cerebro.
"Paolo está sereno y encuentra refugio en la plegaria y no tiene problemas psicológicos o de salud", dijo Lombardi citando lo que le había dicho el abogado de Gabriele, Paolo Fusco.
La sala donde está confinado tiene un crucifijo, y Gabriele, que entregaba el correo a Benedicto XVI, servía sus comidas y viajaba en el asiento delantero del papamóvil, tiene permiso para asistir a misa de forma regular.
Sin juicio antes de septiembre
Lombardi dijo que Bonnet seguirá interrogando a Gabriele durante otros 10 días y después alcanzará su conclusión. De celebrarse, el juicio sería público pero no tendría lugar antes de septiembre.
Gabriele, que tiene doble nacionalidad vaticana e italiana, sigue siendo la única persona acusada formalmente en el escándalo "VatiLeaks". Muchos de los documentos se encontraron en su apartamento del Vaticano.
Fuentes conocedoras del Vaticano creen que el mayordomo no pudo actuar solo y que podría ser un peón en un juego de poder mucho más amplio entre cardenales.
Por ahora, Gabriele está formalmente acusado de robo con agravante, que implica una pena de prisión de hasta seis años. Pero a la lista podrían añadirse cargos como divulgación de secretos antes de que termine la investigación.
Una comisión de tres cardenales que está liderando una investigación separada, y que ha interrogado a mucha gente en el Vaticano, podría entregar su informe directamente al Papa en los próximos días, señaló Lombardi.
Fuente: Agencia Reuters