Comenzó como una lluvia de meteoritos y finalmente se confirmó que fue uno sólo pero con miles de fragmentos que cayeron en la localidad de Cheliábinsk en Rusia.
El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, hizo una pausa durante un foro económico para referirse a la caída del meteorito.
El premier ruso dijo que la situación era "una demostración de que no solo la economía es vulnerable, también lo es nuestro planeta".
Agregó, además que "espero que no tenga consecuencias graves".
El meteorito cayó a unos 80 kilómetros de la ciudad Satkí y hay daños considerables en edificios.