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México: familiares de desaparecidos reconocen su miedo por posible masacre

La brutal confesión de tres sicarios que aseguraron haber matado a los jóvenes y quemado sus cuerpos durante 14 horas antes de arrojar los restos a un río ha descolocado a los padres, que no logran esconder su dolor por unas declaraciones que se niegan a creer hasta que no tengan evidencias.

24Horas.cl Tvn

Sábado 8 de noviembre de 2014

Recluidos en la escuela de Ayotzinapa (sur), familiares de 43 estudiantes mexicanos tratan de mantener su convicción de que sus hijos están vivos, aunque admiten el temor que les generó el anuncio de la fiscalía de que posiblemente fueron masacrados.

La brutal confesión de tres sicarios que aseguraron haber matado a los jóvenes y quemado sus cuerpos durante 14 horas antes de arrojar los restos a un río ha descolocado a los padres, que no logran esconder su dolor por unas declaraciones que se niegan a creer hasta que no tengan evidencias.

"Ayer nos dieron una noticia muy desagradable, francamente. Nos dolió mucho lo que oímos, que nuestros hijos estaban deshechos, que los quemaron, que al final de cuentas los tiraron. Pero nosotros no nada más queremos palabras, queremos pruebas", expresó el sábado a la AFP la madre de Martín, uno de los jóvenes desaparecidos, a la salida de una reunión con otros familiares.

Los padres han exigido que se busque con vida a los estudiantes desde que desaparecieron la fatídica noche del 26 de septiembre en la ciudad de Iguala (sur) tras un ataque de policías locales y miembros del cártel Guerreros Unidos. Pero la posibilidad de que estén muertos parece cada vez más creíble.   

"Duele, duele imaginarte eso que te están diciendo sea una realidad. Una dice, de verdad, ¿cómo murió mi hijo? ¿qué le hicieron? ¡qué feo! Y duele, pero al final de cuentas sabemos que así nos los han traído, nos los han dado por muertos" desde el inicio de las investigaciones, lamentó la madre del joven Antonio mientras cuidaba a su bebé recién nacido junto a su marido.

Concentrados desde hace casi un mes y medio en la combativa escuela para normalistas de Ayotzinapa,  donde sus hijos se formaban como maestros, los familiares se reunieron este sábado a puerta cerrada para digerir el cúmulo de sentimientos que les invadieron tras el anuncio de las confesiones y planear acciones futuras.

TRISTEZA COMPARTIDA

A pesar de que el dolor aumenta cada día que pasa sin evidencias del paradero de los muchachos, la calma reinaba este sábado en Ayotzinapa con decenas de activistas, vecinos y universitarios apoyando a los papás y apilando nuevos alimentos regalados en el patio central.

En un rincón de ese espacio neurálgico, donde permanece un altar con velas para las seis personas que murieron la noche de los ataques de Iguala y varias pancartas, dos alumnos de tercer curso tocaban la guitarra y cantaban con melancolía el himno de la escuela.

"Ayotzinapa siempre siempre sonriente, pero sabes del dolor", entonaban con voz dulce y quebrada estos dos estudiantes de 20 años.

Reconociendo la triste "verdad" que revela la canción, uno de los chicos admitía el cansancio e impotencia que hay también entre los alumnos.

"Estamos tristes, cansados de ver que se han agotado todas las instancias. ¿De qué sirve quemar el estado de Guerrero o todo el país si no hay respuesta?", se lamenta el joven, que prefiere no revelar su nombre.

Su compañero, con el rostro aún lleno de acné, asegura que están dispuestos a aceptar el final trágico de sus compañeros "pero sólo si hay las pruebas suficientes".

"Si lo afirman (las autoridades) es por algo, ¿por qué nos vamos a hacer tontos? Ellos saben lo que pasó porque el gobierno está involucrado, pero la esperanza y la consigna es encontrarlos con vida", expresa.

MÁS PRUEBAS Y PROTESTAS

El fiscal general, Jesús Murillo Karam, dijo el viernes que buzos encontraron una bolsa cerrada con presuntos restos de los chicos arrojados en un río que, por su grave estado de calcinación, son muy difíciles de identificar aunque se decidieron a pedir el apoyo de especialistas de Austria.

Algunos familiares desconfían de la veracidad de las declaraciones de los sicarios pero tiemblan ante la sola posibilidad de que esas atrocidades sean ciertas.

"Tenemos mucho temor, miedo de que eso sea cierto pero por el momento no vamos a aceptar eso sino que esperaremos el resultado final de nuestro equipo argentino" de forenses independientes, dijo Melitón Ortega, tío de uno de los desaparecidos.

Enojados con la "poca seriedad y compromiso" que demuestra el presidente Enrique Peña Nieto saliendo de viaje de negocios a China y Australia, los familiares prometen estar "al frente" de cualquier movilización para elevar una vez más la voz y clamar que sus "exigencias no ha sido cumplidas por el gobierno federal".