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Michelle es la estrella

Primera Dama supera en nivel de aprecio a su marido y al candidato republicano, Mitt Romney.

Mariángel Calderón

Jueves 9 de agosto de 2012

Mientras Barack Obama pelea codo a codo contra Mitt Romney en las encuestas de preferencia presidencial, la Primera Dama de Estados Unidos goza de una popularidad que supera a ambos candidatos y que podría llegar a ser fundamental en las próximas elecciones del 6 de noviembre.

Michelle Obama tiene una popularidad que alcanza el 66%, según publicó la agencia encuestadora Gallup. Cifra que está muy por encima de los últimos sondeos que le otorgan al actual inquilino de la Casa Blanca un 49% preferencias, frente al 42% de Romney.

Con esto, la Primera Dama norteamericana se transforma en la carta fundamental que tiene el mandatario demócrata para asegurar un nuevo periodo en la Casa Blanca. Si bien Michelle, el año 2008 fue duramente criticada por decir que por primera vez se sentía "orgullosa" de su país luego de ver ganar a su marido, la opinión pública relajó su juicio sobre ella y ahora aprecian su estilo espontáneo.

Por eso, es posible verla en distintos eventos públicos en los que muestra su personalidad. Un ejemplo: ha sido una ferviente seguidora de las competencias del equipo estadounidense en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, lo que le ha significado aparecer en varios artículos de prensa alentando a los deportistas.

El apoyo de su gestión, que está respaldado por las encuestas, también asusta a los republicanos, que tienen que lograr posicionar en tiempo récord a Ann Romney, una mujer que representa a primera vista los valores típicos conservadores de los Estados Unidos.

Con 63 años, la esposa de Romney ya tuvo un traspiés durante la campaña, cuando habló despectivamente en un discurso sobre economía. Ann, dijo que "le daría a la gente como ustedes todo lo que necesitan saber", mientras explicaba las medidas financieras que tendría el gobierno de su marido.

Las declaraciones desataron una polémica, debido a que sus palabras fueron consideradas discriminatorias. Pero más allá de eso, las encuestas sólo le otorgan un 30% de popularidad, lo que podría convertirse en un problema para Romney, una vez que la campaña presidencial se vuelque de lleno a los enfrentamientos públicos con el candidato demócrata.