Click acá para ir directamente al contenido

Disminuyen los temores

El primer ministro italiano, Mario Monti, confía en el desarrollo de las elecciones que se desarrollaran 2013.

Mónica Ñancupán

Miércoles 11 de julio de 2012

El primer ministro de Italia, Mario Monti, dijo que confia en que se forme un nuevo gobierno en las elecciones de 2013, disminuyendo los temores de que se vuelva a un punto muerto una vez que deje el cargo.

El ex comisionado europeo, confirmó que no tiene planes de mantenerse en el cargo después de las elecciones de principios del próximo año y dijo que el apoyo que los partidos le habían dado para su impopulares reformas de austeridad significaba que las perspectivas de un nuevo gobierno a contar del próximo año podían verse "con serenidad".

"Ellos están mostrando una notable responsabilidad", dijo en la asamblea anual de la asociación de bancos ABI.

El fragmentado panorama partidario de Italia y el turbulento clima político han hecho extremadamente difícil predecir el resultado de las elecciones del próximo año, incrementando la incertidumbre de los mercados financieros y sus socios europeos.

El rendimiento del bono referencial a 10 años de Roma ha subido para ubicarse cerca del 6 por ciento, un nivel considerado insostenible mientras crecen las dudas sobre la capacidad de los países más débiles de la zona euro, Italia incluida, de gestionar su significativa carga de deuda estimulando a la vez el crecimiento.

Los comentarios de Monti surgen cuando el secretario general del partido centroderechista El Pueblo de la Libertad (PDL) exhortó al ex primer ministro Silvio Berlusconi a competir por el gobierno el próximo año, lo que ha exacerbado la ansiedad de los mercados.

Monti, que ha hecho bastante para restaurar la credibilidad de Italia, se ha fortalecido por los acuerdos de la Unión Europea de los últimos meses para otorgar fondos de rescate que limiten el fuerte salto en los costos de los créditos para los países que han cumplido con los compromisos prespuestarios.

El primer ministro dijo que la opinión sobre Italia había cambiado mucho más rápido de lo esperado, pero criticó que el diferencial -o prima de riesgo- demandado para la deuda italiana por sobre los referenciales bonos alemanes era injustificablemente amplio dadas las reformas a las que su gobierno se había comprometido.

Analistas responsabilizan de eso, en parte, a la falta de claridad política sobre lo que pasará en las elecciones del próximo año.

Fuente: Agencia Reuters