"Malvinas debe ser para Argentina y hay países que se oponen. Si es Malvinas para Argentina, mar para Bolivia", sostuvo el presidente de Bolivia, Evo Morales, en el acto inaugural de la 42ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el país altiplánico.
El mandatario agregó, "el pueblo boliviano jamás renunció y jamás renunciará al retorno al mar con soberanía y saludamos la solidaridad de casi todos los países y movimientos sociales de todo el mundo. Las guerras e invasiones no originan derechos. Este problema histórico debe ser resuelto".
Era un secreto a voces que Morales se pronunciaría en su discurso inaugural. De hecho el canciller chileno, Alfredo Moreno, adelantaba que escucharía con “mucha atención” al mandatario y el diputado PPD, Jorge Tarud, sostenía que tenían conocimiento de que el discurso "iba a ser muy duro con Chile".
De hecho Moreno, ante las eventuales palabras del presidente de Bolivia dijo, “el tema entre Chile y Bolivia quedó resuelto en el Tratado del año 1904 que es el que Chile, Bolivia y la comunidad internacional han respetado sin ninguna excepción durante más de 100 años y por otro lado, que Chile tiene una disposición sobre la base del respeto de dicho tratado, de conversar cualquier cosa que fuera de mutuo interés para Bolivia y para Chile, que no es una cosa solamente de este Gobierno chileno, sino que también de los anteriores”.
Durante su alocución Morales también se dio tiempo para recordar su primera vista a Chile: "Cuando por primera vez visité Chile, en un coliseo los movimientos sociales de Chile gritaban mar para Bolivia". "El llamado es a las naciones de América, el Caribe y de todo el mundo a recuperar sus recursos naturales".
PIFIAS
La cita estuvo marcada por la incertidumbre sobre lo que hablaría Morales respecto a su pretensión marítima, algo que provocó momentos de tensión y que quedó de manifiesto cuando se inició la asamblea.
Mientras presentaban a las autoridades, las pifias sonaron al escuchar el nombre de José Miguel Insulza, secretario general de la OEA.
Con la mirada hacia abajo y una breve sonrisa, reaccionó Insulza ante las pifias.
FUTURO DE LA OEA
El mandatario boliviano también hizo un análisis sobre el estado de situación de la organización y agradeció la labor que ha cumplido en beneficio de las poblaciones más desposeídas, sobre todo en el acceso a alimento: "Quiero expresar nuestra admiración y respeto a la OEA, que ha contribuido a que se debata de seguridad alimentaria con soberanía. Tenemos la obligación de importar y exportar nuestros productos".
También hubo palabras para el futuro de la OEA y un mensaje directo a José Miguel Insulza, sobre la organización. "Para la OEA hay dos caminos, muere al servicio del imperio o renace para los pueblos americanos. Para refundar a la OEA planteo la eliminación del TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca)", sentenció el mandatario.