Con el objetivo de reservar un edificio de 122 años de historia, una compañía inmobiliaria en Suiza decidió trasladar la construcción de su lugar original para abrirle paso a una vía de trenes que se encuentran en construcción.
El edificio pesa 6.200 toneladas y será trasladado 63 metros desde su ubicación original. La sofisticada operación, consiste en poner debajo de la estructura tubos de acero sobre los que se apoya ahora que permiten moverlo gracias a una fuerza hidráulica que corresponde a una columna de agua de 3.600 metros de altura.
Con un costo estimado de 12 millones de dólares, la operación comenzó a ser preparada el año 2010. Algo similar a una miga, pero con la más alta tecnología de la ingeniería moderna.