Las Abuelas de Plaza de Mayo, que buscan a bebés robados al nacer durante la dictadura argentina, recuperaron a su nieto número 126.
Se trata de Adriana, de 40 años y abogada que conoció a su abuela, Blanca Garnier, con quien se percató del notable parecido físico entre ellas como en la forma de la nariz, los pómulos y los ojos.
La nieta recuperada señaló a TN que "tengo la cara alargada y delgada como mi papá", refiriéndose al gran parecido que mantiene con su familiar, quien destacó que "tengo cuarenta años y tengo una abuela".
Recordemos que la mujer es hija de Violeta Ortolani, secuestrada el 14 de diciembre de 1976 cuando tenía 23 años y que mantenía su octavo mes de embarazo, y de su padre, Edgardo Garnier, quien también fue secuestrado el 8 de febrero de 1977, encontrándose ambos desaparecidos.
Además, destacó que con su madre de crianza se parecía mucho físicamente, por lo que nunca había dudado de su origen. "Lo que sí, me habían anotado en Wilde cuando todos eran de Capital y no había fotos de ella embarazada. Mis viejos no sabían que yo era hija de desaparecidos. Un amigo de un amigo que era comisario les ofreció adoptar más rápido", manifestó y agregó que "tenían una tristeza que no se les iba con nada, yo percibía eso", dijo.
La #Nieta126, hija de Violeta Ortolani y Edgardo Garnier, conoce a su #Abuela Blanca Díaz de Garnier en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Felicidad, amor y recuerdos acompañan el día de encuentro. Los rasgos de la nieta toman sentido en los de su abuela. #BienvenidaALaVerdad pic.twitter.com/dkeOS9sMwW
— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion) 10 de diciembre de 2017
Tras el encuentro, Adriana definió a su abuela como una persona hermosa por dentro y por fuera que irradia muchísima luz.
Cabe destacar que Edgardo, conocido como "El Viejo" o "La Vieja Bordolino", dejó el pueblo en la fecha calculada de parto de Ortolani,quien ya estaba desaparecida, afirmando que en su despedida iba en búsqueda de su hijo. "Yo le había preparado todo el ajuar a mi nuera y se lo robaron los desconocidos (...) yo no pude decirle que se quedara, era un valiente", relató Blanca.
Desde la recuperación de su identidad, Adriana destaca el trabajo realizado por las Abuelas de Plaza de Mayo. "Lo que me pasó es una inyección de felicidad tremenda, como un plus", dijo y afirmó que "es la parte que me me faltaba. Ahora me siento completa".