Amiel Miller, de apenas nueve años, se hizo héroe para su familia al salvar a todos sus parientes del incendio que consumió casi por completo a la torre Grenfell, en Londres, al percatarse a tiempo de que había fuego en el inmueble.
Según publicó el diario británico The Daily Mail, el niño despertó debido al olor extraño que sentía y se dio cuenta de que era humo, por lo que se dirigió a la pieza de sus padres y les dijo: "Mami, creo que hay un incendio". Y, con esas simples palabras, llevó a que él, su hermano menor y sus padres abandonaran el edificio a tiempo, antes de que éste fuera tragado por las llamas.
Uno de los aspectos más críticos del siniestro fue el hecho de que las escaleras del edificio de 24 pisos fueron tomados por el humo. Pero gracias al rápido aviso de Amiel, la familia bajó la escalinata antes de que ésta se llenara de la humareda tóxica que impidió a muchos otros moverse a tiempo.
"Él es nuestro héroe. Si no se hubiera despertado, habría sido demasiado tarde. Cada segundo contó (...) Yo sólo noté mucho después lo cerca que estuvimos de la muerte", expresó Corinne Jones, secretaria del hospital Kensington and Chelsea.
Hasta el momento la Policía Metropolitana de Londres ha contabilizado 79 fallecidos, pero el número podría aumentar.
"Es realmente importante que seamos claros respecto a la magnitud del desafío al cual nos enfrentamos cuando recorremos la torre Grenfell en búsqueda de personas que sigan adentro, para que regresen con sus seres queridos", expresó Stuart Cundy, comandante de la policía londinense, quien afirmó que deben "realizar una forense y sistemática búsqueda" por más sobrevivientes.