Una nueva muestra de radicalidad dio el Estado Islámico (EI) en Irak. Esta vez, como la homosexualidad no es aceptada por la religión de los yihadistas, ejecutaron a cinco hombres bajo esa condición sexual lanzándolos desde lo alto de un edificio en la ciudad de Mosul.
Como si no fuera suficiente con lo anterior, según el presidente de la comisión de derechos humanos de la provincia, Gazuan Hamed, tras el hecho apedrearon los cuerpos de las víctimas. Estas muertes elevaron a 120 los fallecidos bajo las mismas circunstancias por "sodomía y desviación sexual".
La misma fuente señala que los yihadistas están perpetrando crímenes contra la humanidad en Mosul donde según él, "la brutalidad de esta organización ha alcanzado sus niveles más altos".