Luego que la Unión Europea endureciera aún más su postura crítica al accionar de Rusia, el presidente Barack Obama anunció una nueva ronda desanciones de Estados Unidos contra los bancos rusos y también a empresas energéticas, deconstrucción naval y de apoyo a la defensa de los separatistas de Ucrania.
Según el mandatario, las nuevas medidas, que "harán aún más débil la ya débil economía rusa", apuntan a forzar a Moscú a buscar una solución diplomática y fueron consensuadas ayer con los líderes de la Unión Europea.
En esa línea, el presidente norteamericano aseguró que "Europa está perdiendo la paciencia con Putin por Ucrania".
"Es necesario que Rusia reconozca que puede ser buena vecina de Ucrania", comentó.
"A pesar de la tragedia con el avión de Malaysia Airlines, continúan los derribos de aviones, que han afectado a la sociedad civil en Ucrania", indicó Obama.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo poco antes que el presidente podría anunciar hoy mismo sanciones a los sectores energético y armamentístico de Rusia por seguir alentando la rebelión separatistas contra el gobierno de Kiev.
Esta nueva decisión ocurre un día después de la conversación que mantuvo Obama, con la canciller alemana, Ángela Merkel; el presidente francés, François Hollande, y con los primeros ministros del Reino Unido, David Cameron, y de Italia, Matteo Renzi, para coordinar con ellos la posibilidad de decretar nuevas sanciones sectoriales contra Rusia.
Según Estados Unidos, Rusia ha incrementado su presencia militar frente a la frontera con Ucrania y sigue dotando de armamento pesado a los rebeldes prorrusos.