El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó su último discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso.
El mandatario se refirió a diversas materias relacionadas con la contingencia internacional vinculada a su país, como el Estado Islámico y la relación con Cuba.
Respecto a la primera, insistió en que "el grupo yihadista Estado Islámico representa un peligro para civiles y debe ser contenido, pero no es una amenaza a la existencia nacional de Estados Unidos. Eso es lo que el Estado Islámico quiere contar, es la propaganda que usa para reclutar".
"Tenemos que seguir llamándolos por lo que son: asesinos y fanáticos que tienen que ser erradicados, atrapados y destruidos", agregó.
En cuanto a los anuncios de campaña que sobre esta materia se vienen haciendo, manifestó el deseo que sus pares eviten generalizaciones que denosten al Islam.
"Cuando los políticos insultan a los musulmanes, una mezquita es destrozada o un niño es intimidado, eso no nos hace más seguros. Es simplemente incorrecto. Nos disminuye ante los ojos del mundo", expresó.
En cuanto a la relación con la Isla, expuso ante el órgano legislativo que "¿quieren ustedes consolidar nuestro liderazgo y credibilidad en el hemisferio? Entonces reconozcamos que la Guerra Fría terminó. Levanten el embargo a Cuba".
Asimismo, abogó por el cierre de Guantánamo, una de sus promesas electorales, la que calificó como "cara e innecesaria" y que "sólo sirve de folleto de reclutamiento para nuestros enemigos".
En otras materias, pidió aprobar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), al que considera clave para "abrir mercados, proteger a los trabajadores y al medioambiente e impulsar el liderazgo de EE.UU. en Asia".
"Con el TPP, China no dicta la normas en esa región, lo hacemos nosotros", aseguró Obama.
Foto: Reuters